En un mundo como el de la publicidad en el que la competencia está a la orden del día el "destacar" es esencial.
Por ello, las agencias de publicidad recurren a menudo a utilizar ciertos datos que a priori podrían parecer científicos
Si tenemos en cuenta que la publicidad va dirigida a un público que por norma general no controla el lenguaje utilizado es muy fácil caer en la trampa.
Tendemos a asociar datos científicos a "verdad absoluta" y de esta manera creemos que aquello que nos venden es totalmente cierto.
Como ejemplo tenemos los anuncios de cremas antiarrugas o anticelulíticas.
Suelen utilizar palabras como : “medido por médicos” , “testado clínicamente , “eficacia en nueve de cada diez mujeres” , de esta manera te dan cifras exactas y por lo tanto mas creíbles.
Pero la realidad es que estas cremas para ser sacadas al mercado no han tenido que pasar ningún control para demostrar que lo que se promete es cierto, simplemente el control es pasado cuando se demuestran que dichas cremas no son perjudiciales para la salud.
Por lo tanto ,desde el margen legal la empresa no están cometiendo un delito , sin embargo, si atendemos a la ética esta si sería como mínimo cuestionable.
Podemos considerar todos estos anuncios como "pseudocientíficos" pues utilizan un lenguaje no veraz y, seguramente si alguna comunidad científica se ofreciera a comprobar empíricamente que lo que prometen es cierto, las diferentes empresas se negarían para que no quedara descubierta su mentira.
A continuación os dejo el nombre de un libro que trata sobre el tema hablado, es decir "las pseudociencias en la publicidad":
http://www.laetoli.net/product.php?id_product=40
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